Entrad, sin miedos y prejuicios. Bienvenidos a mi reino de mediocridad y simplicidad. Bienvenidos a mi hogar.

Desde el minuto cero os pido encarecidamente que me juzguéis con pasión y crueldad. Aquí no hay lugar para los cobardes o los aduladores, solo para los que saben meter el dedo en el ojo hasta el final.

Espero ver en vuestros rostros sonrisas de hiena, de depredadores hambrientos. Si estáis aquí es por alguna razón, aprovechadla para despedazarme. No puedo pedir menos.

El triunfo, dicen, se mide de muchas formas: enemigos, riqueza, fama, poder… En mi hogar, es decir, aquí, se mide en “bienvenidos” pronunciados.

Poneos cómodos ya que si habéis llegado hasta este punto, es para quedaros.

sábado, 10 de octubre de 2015

Mr.J

Me perdí en el momento en el que sentí el fuego que habita en tu alma afónica. No perdí el sentido, ni el norte, ni las ganas, si no que me rendí a mis sentidos, a tu norte, y a nuestras ganas. También luché contra pensar de más, o contra dejar caer mis dedos en tu piel abrasadora. Pero cuando caí en ella, caí con caricias suaves, con arañazos en tu espalda y con las llamas que despiertan tus manos por mi cuerpo. Y acabé pensando que joder, ojalá retener tu cuerpo contra el mío el suficiente tiempo para volverme loca. Lo suficiente para darme cuenta del huracán que crees provocar, de los estragos que crees causar, y de lo mucho que me gusta decir que adoro las tormentas, y más cuando me mojo con ellas.
No entender lo que ocurre es parte del plan, o eso parece, pero que importará la comprensión de conceptos de mierda cuando tengo tu respiración en mi boca. Cuando lucho por agarrar tus manos contra mi piel. Cuando me pierdo en tus ojos. Cuando todo tiene más sentido que la propia realidad.
Hay tiempo de sobra para explicar multitud de noches en vela, y para dormir, pero siempre me falta tiempo para un último beso o miradas interminables. Y no lo entiendo. ¿Cómo es posible que todo tenga tanto sentido, y a la vez sea incomprensible?
Gracias por darle sentido a la locura.
Te mereces tanto...

Te adora,


Harley.


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